10 de marzo de 2011

El jazz de Wynton Marsalis.





Hace un tiempo (bastante) vino a parar a mis manos un ejemplar de "El Jazz en el Agridulce Blues de la Vida", libro publicado en España por Paidos Música, y que relata de la mano de Carl Vigeland una ajetreada gira en verano del 2000 protagonizada por el que se ha venido considerando como uno de los mejores trompetistas e interpretes del jazz, Wynton Marsalis.

Este “diario de carretera” ilustra cómo funciona entre bastidores el septeto de Wynton Marsalis a lo largo de sus viajes concertísticos, pero antes que eso, es una auténtica muestra de impresiones y reflexiones sobre lo que supone el jazz y su interpretación. Aunque la mayor parte del texto es la plasmación de las experiencias de Carl Vigeland junto al grupo, no son pocas las citas que hace Marsalis, reflexionando y exponiendo su punto de vista, y su filosofía musical, que él convierte en un estilo de vida.

El swing es cuestión de cuánto tiempo eres capaz de mantenter un equilibrio con el resto de músicos de la banda. Todos pueden hacerlo brevemente, pero dos, tres o diez músicos es ya otra historia. Te tienes que amoldar a lo que están tocando los demás, te guste o no. No tienes que juzgarlo ni intentar cambiarlo. Debes dejarte llevar porque la música no se detendrá ni te dará tiempo para que te acostumbres a ella. Y hay más, tienes que sentir el swing recorriéndote el cuerpo desde las plantas de los pies hasta la cabeza. La forma en que te colocas también tiene su importancia. Hay sitios que parecen pensados para ellos. Si estoy de pie demasiado tiempo se me hace difícil seguir el swing.
Y además me duelen los pies.
(P.83)

Seguramente Coltrane le habría contestado alguna cosa.

Y es que Wynton Marsalis, al cual, su también reconocido hermano Brandford dejó de lado para irse a tocar con Sting (convirtiendo su septeto en cuarteto allá por los 80'), aparte de ser uno de los mejores músicos de jazz de la historia, es también un purista, un paladín de "lo tradicional" en el jazz, toda una contradicción, pues el jazz es constante innovación, improvisación y experimentación, algo de lo que ya Philip Larkin renegaba en "All What Jazz" (Paidós, 2004):

[...]no me gustan los compases extraños, ni los ritmos africanos o latinoamericanos, ni los hindúes, ni los caribeños. ni los solos de contrabajo, ni toda esa patraña de la Nueva Ola (New Wave) ni la fatuidad del free jazz [...] yo puedo reconocer el jazz porque me pongo a seguir el ritmo con el pie por la habitación, lanzo gruñidos de aporbación o incluso me alzo y brinco por la habitación. Si nada de esto sucede, por interesante que resulte musicalmente u osado espiritualmente o elogiable racialmente, no es jazz. Y si eso es ser un purista, soy un purista. Y, por mí, como se el tipo del banjo se pone boca abajo".


A lo largo de su vida de artista, sus trabajos han abordado todos los subgéneros del jazz; y es por ello que, a pesar del ya mencionado purismo que desprenden sus obras, ha conseguido realizar un autentico trabajo divulgativo con esta música.

"You Don't Know What Love Is."






Tema del documental sobre la vida de Jack Johnson, el primer afroamericano en ganar el Mundial de Pesos Pesados en boxeo.


"April In Paris"


Jazz de Nueva Orleans en "Black Bottom Stomp"



Vínculo Spotify del disco "In This House, On This Morning". Aquí saca a relucir todo su espíritu experimental, dado que está estructurado de tal forma que recuerde el rito de una misa, de principio a fin. Destaco "Hymn" "b: In This House" y "Local Announcements".

http://open.spotify.com/album/5yFUAjHi4zjyQJc1sHeDp2

"Blood On The Fields", álbum por el que recibió un Pulitzer; el primero otorgado a un disco de este tipo.

http://open.spotify.com/album/5JJaf6dxNpj383d00A54EQ


De momento, eso es todo.